LAS EMOCIONES DE LOS TRABAJADORES

  -LAS EMOCIONES DE LOS TRABAJADORES-

Esta última entrada al blog la abriremos con una frase banal en nuestro día a día, pero que precisa de reflexión: 

“Las organizaciones están conformadas por trabajadores y estos son personas”.

 

Con esta información queremos transmitir la idea de que dichos trabajadores no son meras máquinas a partir de las cuales se pueden obtener beneficios empresariales, estos son personas que sienten, piensan y actúan. No obstante, para nosotras las emociones de los trabajadores han sido ignoradas por mucho tiempo, bajo la idea de que en el ámbito laboral debía primar lo racional y el rendimiento, no habiendo cabida para los sentimientos o emociones. 

Según nuestra visión del contexto laboral, creemos que esta orientación hacia las emociones se ha ido desvaneciendo poco a poco, sobre todo a partir de los diferentes estudios y noticias presentados en los últimos años, que parecen demostrar la importancia y repercusión del bienestar emocional en el trabajo. 

Algunos ejemplos de estos materiales (noticias y estudios) son los siguientes:

-El periódico El País publicaba, el 11 de diciembre del 2022, una noticia con el siguiente titular: “Las empresas se sientan en el diván: las bajas por problemas de salud mental aumentan un 17%”. 

-El periódico Okdiario también publicaba el 12 de septiembre del 2022 una noticia con el titular:  “El 66% de los españoles sufre de problemas de salud mental relacionados con el trabajo”. 

A partir de estas noticias, podemos detectar la gran problemática que existe actualmente en torno a la salud mental, especialmente relacionada con el ambiente laboral. Parece que hay una urgencia profesional por explorar estos problemas emocionales y por conseguir reducir sus inconvenientes, puesto que afecta al rendimiento y economía de las empresas. Además, que la prensa escriba sobre la actualidad laboral poniendo el foco en las emociones, demuestra un cambio de vertiente donde se enfatiza en el bienestar laboral y se pretende velar por la salud mental. 

Por todo ello, creemos que cada vez más las empresas estudian los problemas emocionales que poseen sus trabajadores en el ambiente laboral. Sin embargo, parece que o no se están tomando medidas o estas no son suficientes. 

Por otro lado, hemos encontrado una serie de estudios donde se concluye lo siguiente: 

-“El 40% de los problemas emocionales tiene su origen en el trabajo”

-“El 28% de los europeos padece estrés, siendo la principal causa de las bajas laborales”

Estas investigaciones indican que es el propio trabajo una de las principales causa de los problemas de salud mental y, además, que estos generan una gran cantidad de bajas laborales. Debido a estos resultados podemos apuntar que actualmente se estudia sobre las emociones en el trabajo, lo que demuestra la relevancia que se le está dando en la actualidad y la necesidad de actuar sobre estas dificultades desde el propio trabajo, pudiendo encargarse de ellos los departamentos de recursos humanos. 

En definitiva, esta situación actual pone de manifiesto la importancia del bienestar emocional en el trabajo, y de esta forma, creemos que se ha convertido en una cuestión fundamental en el ámbito empresarial.

El Bienestar emocional se define como “el conjunto de sensaciones positivas derivadas de un funcionamiento mental que nos capacita para hacer frente o adaptarnos a las situaciones y demandas ambientales” según el Hospital Clínico de Barcelona. Al pasar gran parte la vida trabajando, las actividades laborales y profesionales se convierten en un factor relevante que determinan este bienestar psicológico, físico y social del trabajador (Organización Mundial de la Salud, 2010).

Una vez explorada la definición y poniendo en conocimiento nuestras propias experiencias laborales, consideramos que la salud emocional es un aspecto central en las organizaciones. El bienestar que los trabajadores experimentan en su puesto de trabajo, creemos que puede implicar un aumento de su productividad, una reducción del absentismo, un mejor clima laboral, una mayor atracción de talento profesional, un mayor compromiso y una mayor probabilidad de permanencia porque, al encontrarse la persona en un estado de salud emocional, su conducta se ve favorecida al igual que su estado de ánimo viéndose así impulsado por la motivación y las buenas relaciones interpersonales. 

En todo caso, vemos fundamental que la organización identifique cómo se siente sus empleados, esté atenta a señales como pueden ser la apatía o el desinterés y conozca los posibles riesgos que atentan sobre la salud mental en su empresa. 

De manera general, y viendo el mercado laboral actual, pensamos que los principales factores que provocan una situación de falta de bienestar emocional pueden ser el estrés laboral, la falta de liderazgo, la deshumanización y un inadecuado clima laboral. 

A continuación, presentamos nuestras explicaciones personales por las que creemos que dichos factores pueden ser los causantes: 

-Estrés laboral: En la actualidad, el mercado demanda una gran cantidad de adaptaciones, cambios tecnológicos, nuevos proyectos y recientes equipos de trabajo. Todo ello, supone un gran esfuerzo mental y emocional, en forma de demandas psicológicas y emocionales, lo que implica disponer de habilidades y competencias emocionales para hacer frente a la percepción de estrés, la solución de problemas y la percepción de autoeficacia. Al ser estas características altamente complicadas, requieren en ocasiones de entrenamiento, formación y ayuda para hacerles frente, pero la mayoría de organizaciones no disponen de estos recursos y dejan que su trabajador combata solo esta grave situación. 

-Deshumanización: El no tener en cuenta los horarios, el salario, las situaciones familiares, las problemáticas familiares y la ausencia de reconocimiento por el trabajo bien realizado, genera en los trabajadores una sensación de rechazo, hastío, desgaste y estrés que puede incidir gravemente en la salud emocional de las personas. 

-Inadecuado clima laboral: Una cultura empresarial vagamente sólida, un escaso enfoque a las relaciones interpersonales y una mala comunicación puede afectar a la satisfacción y bienestar de los empleados. 

-Falta de liderazgo: Si la figura de poder no posee habilidades ni conocimientos para dirigir equipos, no se preocupa por las personas y no gestiona de manera adecuada, esto puede provocar estrés e insatisfacción en sus trabajadores. 

En síntesis, es importante que las organizaciones reconozcan sus riesgos y una vez situados cree acciones consecuentes. Sin embargo, parece que estas estrategias son aún retos sobre los que empezar a trabajar en las empresas, pues estudios como el de Sodexo señalan que “el 60% de las organizaciones reconocen la conciliación, el bienestar físico y el emocional de los empleados, pero aún no han puesto en marcha intervenciones”. Esto resulta ser un gran atraso empresarial, pues desde nuestra humilde opinión, creemos que gran parte de la riqueza de una empresa depende de la salud de sus trabajadores y por esta razón, el bienestar emocional deber ser una prioridad. 

Por otro lado, se nos ocurren algunas acciones que puedan llevar a cabo las empresas para garantizar el bienestar de sus empleados:

-Ofrecer apoyo psicológico gratuito: Para acompañar y dotar de estrategias a los trabajadores en situaciones problema. 

-Fomentar el trabajo en equipo: Para lograr experimentar emociones más saludables y minimizando las consecuencias negativas. 

-Realizar evaluaciones de riesgos psicosociales en los puestos de trabajo: Para detectar posibles factores que desemboquen en problemas de salud mental y actuar sobre ellos. 

-Conciliar la vida personal y laboral: Para conseguir humanizar a los trabajadores se puede escuchar sus situaciones personales, rediseñar tares, crear horarios flexibles, hacer partícipe al trabajador de su desarrollo de carrera y retroalimentar su esfuerzo y labor.

-Promover la cultura empresarial: Para conseguir una sensación de pertenencia y vínculo con la empresa. 

Finalmente, la salud emocional de los trabajadores importa y debe ser escuchada. Para ello, a las empresas se las debe de concienciar acerca de la importancia de las emociones de sus trabajadores e indicar que la intervención es necesaria para alcanzar los objetivos y lograr un adecuado rendimiento.